Cuando nos paramos frente a una góndola vemos que hay miles de marcas de vino para elegir, pero la mayoría de ellas son completamente desconocidas para nosotros, por lo cual nos enfrentamos a un verdadero dilema a la hora de querer escoger un vino.
Nos sentimos perdidos comprando productos de marcas que no conocemos, decidir qué producto comprar nos demanda más tiempo y más esfuerzo, pero además sentimos que estamos corriendo el riesgo de no acertar en la elección.
A pesar de este escenario tan complicado, algunas etiquetas sobresalen y nos inspiran confianza, y elegimos esas marcas al momento de la compra.
Ahora, teniendo en cuenta nuestra experiencia como consumidores y poniéndonos del otro lado del mostrador: te has preguntado cómo hay productos que inspiran en la elección de la mayoría de las personas?.
La respuesta es simple: hay empresas que utilizan el poder de la marca como elemento diferenciador, que han entendido la importancia de construir y desarrollar una marca, y que lo han pensado como el eje en su estrategia comercial y de Marketing.
Los productos cumplen ciclos de vida, en cambio una marca fuerte puede sobrevivir a sus productos, a sus dueños e incluso al inexorable paso del tiempo.
El proceso de construcción de una marca se llama BRANDING. Es un método que se utiliza para posicionar una marca, un producto o una compañía en la mente de las personas.
En definitiva si realizas un buen trabajo de branding, notarás que tus clientes pasarán a ser tus mejores aliados, y serán tus verdaderos embajadores de tu marca, te convertirás en uno de sus mejores amigos, porque comenzarán a creer que solo tu marca los entiende y cubre sus necesidades.